Sánchez informó antes a Podemos del envío de armas y Belarra lo asumió pero hizo el paripé pacifista
Podemos se rasga las vestiduras por el envío de armas a Ucrania por parte de España. Pero lo cierto es que los aspavientos corresponden más a la esfera mediática que a su ánimo real de indignación. El propio Pedro Sánchez comunicó la decisión previamente a Yolanda Díaz. Y el ministro de Exteriores Albares hizo lo propio con Ione Belarra. La primera no puso ningún problema. La segunda expuso su postura, pero asumió el envío.
Y, acto seguido, Ione Belarra hizo el show público en favor del ultra pacifismo. No una, sino dos vías de comunicación previas hubo para evitar roces con Podemos. El Gobierno trasladó la decisión de enviar armas a Ucrania por dos líneas de comunicación distintas. La primera, entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. De presidente a vicepresidenta.
La segunda, ministerial: de José Manuel Albares a Ione Belarra.
Es decir, que Podemos sabía perfectamente y primera mano que el envío de armas se iba a realizar. Es más, Yolanda Díaz, ya alejada de Podemos como primera marca, no puso el más mínimo problema. Incluso defendió, como ha seguido haciendo, el derecho a la “legítima defensa” de Ucrania frente al invasor ruso.
Pero Belarra no fue mucho más combativa. El argumento del Gobierno se ciñó a la necesidad de no quedarse descolgados de la respuesta internacional frente al ataque de Rusia y a la opinión pública totalmente favorable a la defensa de Ucrania. Y, pese a mostrar su punto de vista, Belarra asumió la decisión.
Acto seguido, eso sí, la líder de Podemos y sus compañeros iniciaron el show mediático para exhibir su ultra pacifismo y afirmar que el envío de armas favorecía “una escalada bélica”. Lo cierto es que, pese a las amenazas, el Gobierno es ya consciente de que los cuadros de Podemos no están dispuestos a poner en peligro sus cargos por la postura a adoptar en el asunto del ataque ruso a Ucrania.
La semana pasada Ione Belarra amenazó a Pedro Sánchez con dimitir si el Gobierno mandaba armas a Ucrania. Entonces, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, cargo por el que cobra 74.858 euros al año, consiguió mitigar la respuesta oficial del presidente, responsable final de marcar la agenda internacional. En ese instante, Sánchez asumió como propias las tesis de Podemos dejando a España como uno de los únicos países que no mandaba armas para ayudar a las tropas ucranianas, pese a la opinión contraria de algunos de sus ministros más cercanos, como el de Exteriores, Defensa o el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Este miércoles, una semana después del inicio de la invasión rusa, Sánchez dio marcha atrás y aceptó, por fin, el envío de material armamentístico y Belarra no tardó en salir a los pasillos del Congreso para criticar la medida haciéndose la sorprendida. Pese a ello, lo cierto es que conocía de antemano la decisión. El enfado de Ione Belarra por el giro de Sánchez se convirtió, así, en un show mediático de cara a sus votantes. Ella misma se ha encargado de trasladar a los medios un supuesto choque interno en el Gobierno, tensando las relaciones con el PSOE y con su propia vicepresidenta, Yolanda Díaz, que sí ha trasladado su apoyo al presidente.
Pero por ahora, la sangre no llegará al río. La ministra dejará en manos del Consejo Ciudadano de Podemos, que se reunirá el próximo viernes 11 de marzo, analizar la situación política que se vive en Ucrania y establecer el papel que deba adoptar su partido.
Incluso deja en sus manos si deben dejar el Gobierno y romper el acuerdo de coalición con su salida y la de Irene Montero -el resto de los ministros de Unidas Podemos próximos a Díaz se quedarían-. Pedro Sánchez no se opondrá a qué ocurra eso. De hecho, en su entorno, dicen abiertamente que «él no les va a echar, si quieren que se vayan». Ambas ministras, que tendrán que acatar lo que digan las bases de su partido, se juegan casi 75.000 euros anuales de sueldo.
Tras el anuncio de Sánchez de que España enviará armamento a Ucrania, las redes sociales le han recordado a Ione Belarra su amenaza de dimisión al presidente. Y su incumplimiento. Algunos animan a la líder de Podemos a dar el paso y cumplir con su órdago. Otros aseguran estar «esperando» a que se produzca la salida de la ministra del gabinete.